sábado, 29 de mayo de 2010

El domingo, el Oaks. Y hace 45 años, la sorpresa de PINTACUDA

Efectivamente, el domingo 30 veremos una de las ediciones del Oaks español más bonitas y abiertas de los últimos tiempos; PREMIERE VISION, la potra preparada por el viejo maestro Maurice Delcher –y montada nada menos que por Olivier Peslier, que curiosamente ha ganado casi todos los clásicos de Francia y Gran Bretaña… menos el Diane y el Oaks– parece la gran favorita, pero la carrera está abierta a potras como la excelente MANLY DREAM de Barbara Valenti –con Satjeau en la silla–  y la nacional CRISS CROSS, reciente segunda de PLANTAGENET en el Gran Premio Nacional. Y como outsiders, MY REVENGE, siempre peleando en distancias de aliento y, por qué no, las poco contrastadas NUEVO ABRIL, NARYA y hasta DREIZHEN… Y si llueve, llega una decente tordita de Francia, MAPALE.

Si buscamos en las montas, ni José Luis Martínez –COLELARA–, ni Horcajada –NARYA–, ni Urbina –TASHA LINDA–, ni Grosjean –la Saf Saf NOVA SAN– tienen un Oaks que, por trayectoria, merecen. Borja Fayos ha ganado dos de los tres últimos –con CARLOTA el pasado año y GOLDING STAR en 2007– y este año tenía una opción destacadísima con la luchadora GHAZALA, pero al final la potra se ha resentido de una lesión y acabamos de leer que ha sido retirada.

Por simpatía a los colores de Tres y Medio y en reconocimiento a su tremendo trabajo nos gustaría que la ganadora fuera MANLY DREAM con CRISS CROSS segunda, que bien se lo merece la cría nacional, que pasa momentos complicados. Pero batir a PREMIERE VISION parece complicado.

 PINTACUDA, sorpresón en el Oaks '65

Y cerramos esta previa al Beamonte –bueno, hoy ya se recuerda su nombre en los programas en un casi oculto tercer lugar, tras Oaks y el patrocinador–  recordando a una de las ganadoras más sorprendentes del Oaks, PINTACUDA, de Luis Morán, que lo hizo en 1965 montada por Aurelio Tallón. Fue un año de numerosa participación –16 potras– en el que la Yeguada Ipintza de Ramón Beamonte sacó a la pista para ganar 'su' carrera a la debutante DALAL, segunda a la postre, con la siempre recordada ROCHEBRUNE, de Jaime Badillo, que fue cuarta echando de menos una carrera de preparación, ya que reapareció aquel día. La favorita, LA MIMOSA, de la entonces pujante cuadra DOS ESTRELLAS del argentino Jorge Antonio, y montada por Claude Carudel, sólo pudo ser décima. Nada menos que 57 a 1 se pagó la victoria de PINTACUDA, que también dejó desierta la quíntuple y la triple gemela, creemos que siendo la mayor sorpresa de la historia del Oaks español. La hija de PRIMESAUTIER y NORSMILA no volvió a figurar en las grandes carreras ni tampoco dio gran resultado en la cría, pero aquella tarde de mayo del 65 le dio una enorme alegría a Luis Morán, Aurelio Tallón… y los pocos aficionados que confiaron en ella. Eso sí, le robó la gloria que quizás le habría correspondido a ROCHEBRUNE, ganadora y distanciada del Gran Premio de Madrid del año siguiente y madre del gran ROCHETTO.

ITHACA, de la Yeguada Militar, ganando el Oaks 1970

PRIMESAUTIER daría otra ganadora del Oaks cinco años después, ITHACA, por PHARINANDE –madre también de GUARANÍ, HAITÍ y de PHARADIBA, que nos dio a su vez a LA SCANDALOSSA– criada y propiedad de la Yeguada Militar; Román Martín hizo una excepcional monta con la que batió en una apretadísima llegada a la gran favorita, la Rosales FLYING THRILL –Ceferino Carrasco– y la Villapadierna PRIMA DONNA –Carudel. ITHACA si que dio buen resultado en la yeguada, con productos como NÉSTOR, RITHKIRA y SMIRNA.

¿Cuál será el destino de las participantes de este año? Ojalá sea el mejor. Sus propietarios, preparadores y criadores se lo merecen.

jueves, 27 de mayo de 2010

Carreras de trotones en el hipódromo de La Zarzuela… en 1950


La carrera celebrada el pasado domingo 23 no fue la primera 'invasión' de los trotones mallorquines a Madrid. El 26 de mayo de hace nada menos que 60 años se anunciaba en la prensa madrileña que, con motivo de la celebración de la tradicional y popular "Feria Nacional del Campo" se trasladarían a Madrid varios caballos para celebrar el domingo 28 una carrera en la modalidad de trote enganchado.

Avespa, corresponsal del diario Marca en Mallorca, entrevistaba para la ocasión al jinete Mario Loccatelli y al propietario Romeo Sala, que anunciaban la presencia en la pista madrileña de varios caballos de gran clase: "Vamos a Madrid dispuestos a causar una gran impresión. Con nosotros irán los mejores productos, empezando por ELÉCTRICO, magnífico vencedor del Gran Premio Nacional para sementales… Es un caballo considerado en Italia como de primera categoría. Su velocidad de 1,25 es prueba evidente de la excepcional clase de este trotón. Es hijo de Mac Lee y de la famosa yegua Gran Marea, y lleva ganados premios por valor de un millón ochocientas mil liras (…) YUTTI es otro de los caballos que verá el público de Madrid. De él nada queremos decir; es una sorpresa que mantenemos secreta y que ni siquiera el público de Mallorca ha podido aclarar… Esperamos que nuestros caballos causarán sensación en Madrid, y deseamos vivamente que nuestro concurso sirva para dar estímulo, ayuda y hasta ejemplo a esta interesantísima modalidad deporte hípico, casi desconocida, según nuestras noticias, en la capital de España"".

El diario también ofrecía información práctica para que el público de Madrid pudiera comprender las diferencias con las pruebas al galope y auguraba un bonito espectáculo para la jornada dominical que, por otra parte, iba a tener como carrera principal el premio Fernán Núñez, que acabaría por llevarse JABATO de la Yeguada Militar.

El lunes se hablaba del éxito de la experiencia, que Nemesio Fernández Cuesta calificaba como "muy del agrado del público. Son estas carreras interesantes, y además causa una gran impresión el ver como a un trote largo y sin poder ni por un momento ponerse al galope, se fustiga a los trotones anglonormandos, tirando de ellos para el apoyo y que troten más y más desde las distancias que fueron previamente marcadas según el hándicap, que en estas carreras se traduce en distancias de salida, y por tanto, a recorrer por cada enganche. De 2.200 a 2.295 metros de distancia total fue la carrera, que finalmente ganó el que todos daban como favorito, OSNAGO (importado) de Antonio Mora, conducido por G. Coll, seguido de PETRONIO DE MARTORELL, que llevó J. Artigues; tercero, el célebre ELÉCTRICO, con Loccatelli como conductor. En resumen, el público ha 'entrado' en esta clase de carreras, y aún lo hará más cuando conozca los enganches y la forma de llevarlos, como sucede en todos los hipódromos conocidos, de los que se llevan el éxito, en cuanto a afición, los de América". Como información complementaria se daban los dividendos, suculentos; 76 pesetas los dos duros el ganador y la gemela nada menos que a 807 cucas de la época…

Lamentablemente parece que la experiencia no se repitió hasta la carrera de la semana pasada –casi exactamente 60 años después–, celebrada, todo hay que decirlo, con escaso interés del poco público presente y menos aún de los medios de información especializados. Supongo que en un momento en que no es fácil tratar de imaginar el futuro de nuestra afición, resulta más complicado aún apreciar la de unos supuestos 'intrusos', pero creo que pueden ser disciplinas complementarias y que siempre es más interesante sumar que restar… o dividir. En cualquier caso, desde "Caballos y Caballeros" simplemente queremos recordar aquella primera experiencia, hoy olvidada con el paso del tiempo y tantas huellas de caballos al galope sobre aquellas de ELÉCTRICO –¿que sería de él?– y sus compañeros de viaje, y mandar un abrazo a nuestros compañeros de afición mallorquines.

miércoles, 26 de mayo de 2010

… y caballeros (1): El príncipe Ali Khan

El príncipe Ali Khan, tras participar en 
una carrera con su caballo SHIKAPOOR.

Hace cincuenta años, en mayo de 1960, fallecía a los 48 años en un accidente automovilístico en las afueras de París el Príncipe Ali Khan. Fue hijo del Aga Khan III y padre del Aga Khan IV –él no heredó el título por decisión de su padre, rompiendo una tradición milenaria–, gran aficionado como ellos a las carreras de caballos, prestigioso como criador y propietario y, además de ello, un buen jockey amateur, afiliado a la FEGENTRI y habitual en su circuito de carreras. De hecho, estuvo a punto de participar en las pruebas que se organizaron en La Zarzuela en la primera edición en la que gentlemen de toda Europa se reunieron en nuestro hipódromo, en la primavera de 1956, pero pese a llegar a anunciarse su presencia compromisos de última hora se lo impidieron. Lástima, porque habría sido un privilegio para nuestro pequeño turf  y un lleno de proporciones históricas, tal como aquel otro que protagonizó, con ocasión de otro encuentro de la FEGENTRI, el coronel Townshend, supuesto pretendiente de la princesa Margarita de Inglaterra.

Hay que recordar que Ali Khan, entre otras muchas cosas, había sido el tercer marido de Rita Hayworth (si, la que inspiró el nombre de la voluble, pero igualmente magnífica, RITA de Gandarias). Recalcar, no obstante, que Ali Khan si que estuvo en España en otra ocasión, invitado por el Conde de Villapadierna, y conoció su Yeguada de Arizábalo, a la que alabó.

Un recuerdo para tan insigne caballero.  

Tras la victoria de TULYAR en el Derby de Epsom de 1952, 
podemos ver al príncipe Ali Khan conduciéndole a balanzas

lunes, 10 de mayo de 2010

My Mourne, un crack español en el Arco del Triunfo (1972)

En la primavera de 1972, José Antonio Borrego se las vio y las deseó no ya para ganar una carrera, que suele ser lo habitual, sino para no ganarla. Aquella prueba era el Premio Villapadierna, Derby español, que a duras penas se llevó Carudel sobre NARRALY frente a un MY MOURNE que vio como su jockey le retenía durante toda la recta respetando los galones establecidos por su cuadra. Aquello impidió no solo que el 'crack' de la Rosales tuviera un palmarés aún más glorioso, sino que, por primera vez en la historia del turf español, y quien sabe cuando volverá a darse el caso, un caballo ganador del Derby español se codeara en Longchamp con sus homónimos del inglés –ROBERTO–, irlandés –STEEL PULSE– y francés –HARD TO BEAT– en el Arco del Triunfo.

Lo curioso es que las dudas que hicieron que MY MOURNE corriera aquella carrera con los segundos colores de su potentísima cuadra se disiparon en cuanto finalizó. Carudel le montó unas semanas después en el Gran Premio de Madrid, que ganó casi en un cánter, y cuando en el verano donostiarra se impuso en Lasarte sobre un foráneo de cierto nivel, MUSIC MAN, la opinión pública demandó su inmediato embarque hacia París. Curiosamente, NARRALY, preferido poco antes por Blasco y Fulgencio de Diego, fue el encargado de defender los colores Rosales –celeste y amarillo en Francia, por cierto– en el mucho más modesto Gran Premio de Biarritz. Porque, al contrario de lo que sucedió con TODO AZUL apenas unos años antes, Blasco decidió que MY MOURNE iría al Arco directamente, sin escalas…


¿Era tan bueno MY MOURNE? Lo cierto es que, aunque evidentemente era un excelente caballo para el nivel de nuestro turf, la valoración de sus responsables de cara a su extrapolación al europeo resulta, a posteriori, un tanto aventurada; la campaña de primavera había sido un paseo militar para los colores de Blasco. MY MOURNE, NARRALY, el viejo OLD AND WISE –bien contrastado en el exterior–  y actores secundarios como KOSHKERO, SILLY BILLY o un PERMOR que aún no había dado toda su medida, le habían permitido dominar en las grandes pruebas, quizás con el bravo KOKU de Agulló –uno de esos 'caballos de hierro' con los que tanto se encariña el aficionado– como mayor oposición… En la Copa de Oro de San Sebastián, MUSIC MAN, un caballo del prestigioso preparador Mathet conducido por el aprendiz Bouland, parecía una buena piedra de toque para MY MOURNE, aunque con matices; ganador de cuatro carreras en el país vecino a tres y cuatro años en distancias de aliento, MUSIC MAN era un caballo más que útil, pero que solo rozaba un lugar entre los cien primeros en los hándicaps generales franceses.

En la Copa de Oro, MUSIC MAN, con problemas en el recorrido, no llegó a inquietar a MY MOURNE –con Borrego en la silla, ya que por problemas de peso no llegaba a montar a KOSHKERO, por quien se decantó Claudio, que en un acto de compañerismo le cedió los primeros colores a su compañero– y nuestro campeón se llevó los elogios de Bouland y Mathet. Claro, que nadie les contó que al hijo de MOURNE y CHANTER pensaban llevarle directamente al Arco… En sus primeras declaraciones tras acabar la carrera, Antonio Blasco declaraba para la revista Gran Premio que "Es la mayor satisfacción que me ha proporcionado el hipódromo. Lo hemos matriculado en varias carreras en Francia, incluso en el Arco del Triunfo. Confiamos en que este jalón nos sirva de acicate para que en un futuro muy próximo nuestros colores puedan pasearse en triunfo por los mejores hipódromos europeos".

Días después, era Carudel era quien finalmente confirmaba la aventura parisina de MY MOURNE, en las páginas de la revista especializada El Jockey: "El potro correrá el 8 de octubre el Arco, le llevaremos Borrego o yo. Para mi sería una de las grandes ilusiones de mi vida profesional. Ir allí con un caballo español nos coloca, de entrada, fuera del cuadro de favoritos, pero hay que comprender que el compromiso es muy serio. Me parece que no habrá carreras preparatorias, MY MOURNE debutará en Francia directamente en el Arco. Yo estoy seguro de que el caballo de Blasco podría ganar algún buen premio y estaría entre los mejores, pero el Arco del Triunfo es muy difícil, incluso para los fuera de serie".

Vídeo: ROBERTO, ganando el Derby de Epsom de 1972. 



Y aquel año no faltaban fuera de serie; los sucesivos forfait fueron reduciendo la lista de 104 a 53 inscritos, posteriormente a 34 y finalmente a 19; entre ellos, el vencedor del Derby de Epsom ROBERTO y BOUCHER, ambos presentados por Vicent O'Brien, que hacía cruzar el charco para montarlos nada menos que a Braulio Baeza y Laffit Pincay, el ganador del Jockey Club, HARD TO BEAT, dos representantes de los colores el Barón de Redé, PLEBEN y RESCOUSSE, la vencedora del Vermeille, SAN SAN y excelentes caballos entrenados en Francia como HOMERIC y SHARAPOUR… Lo curioso es que sobre el caballo 'español' –nacido en Irlanda, en realidad, aunque Blasco lo consideraba como propio ya que lo había criado en la Venta de la Rubia desde que tenía apenas cinco meses– había tal desconocimiento que, hasta muy avanzado el proceso de matrículas, figuraba como un cuatro años y se contabilizaba que correría con 60 kilos a cuestas, lo que se corrigió justo antes de dar los partants…


MY MOURNE fue enviado a finales de septiembre a Chantilly, a las cuadras de John Cunnington Jr., preparador de los caballos de Blasco en Francia donde el preparador de la Rosales, Fulgencio de Diego, fue a visitarle y comprobar como evolucionaba de cara a la prueba cumbre. José Antonio Borrego había sido designado finalmente como su jockey –aunque era el segundo jinete de la cuadra, le conocía bien y se compenetraba perfectamente con el caballo– y se había quedado con el 'crack' en París para entrenarle. De Diego era brevemente entrevistado para las páginas del diario Marca a su regreso:

"– MY MOURNE ha galopado satisfactoriamente, pero me niego a dar un pronóstico con vistas al Arco del Triunfo. Sólo puedo decirte una cosa: confiamos que el potro pueda hacer una buena carrera.
– ¿Qué han dicho los franceses al ver al hijo de MOURNE?
– Se encuentra en la preparación de Cunnington, y en sus entrenamientos ha causado muy buena impresión.
– En quién confían los franceses?
– El pronóstico se encuentra muy repartido entre PLEBEN, que al parecer es una máquina de galopar, y HARD TO BEAT. Parece ser que los representantes de la generación clásica cuentan, en lo que al vaticinio respecta, con más partidarios que los caballos de edad.
– ¿Volverá MY MOURNE a España?
– Don Antonio piensa traerlo a Madrid después de la carrera que le ha llevado hasta París".

Se anunciaba que el domingo 8, el mismo día que en La Zarzuela se celebraría un Villamejor con otro Rosales, NARRALY como gran favorito, se instalarían televisores en el hipódromo para ver la carrera francesa, que sería televisada en directo por RTVE. La 'carrera de los cracks' se convirtió, por unos días, en tea de conversación para muchos no aficionados, que ni siquiera sabían que teníamos un campeón como para competir en ella, y, por que no, ganarla… Al fin y al cabo, se comentaba que HARD TO BEAT, un caballazo que había hecho honor a su nombre, había sido comprado en Irlanda por una suma inferior a la que costó MY MOURNE, unos 13.000 francos, y meses antes lo había comprado el magnate japonés Kashiyama en ¡cinco millones! ¿Y si el ojo clínico de Blasco le había hecho llevarse un supercampeón, del que aún no conocíamos sus límites?

En cualquier caso, los bookmakers franceses no confiaban en que fuera así; la cotización de MY MOURNE se elevaba hasta el 100 a 1, sólo igualada por el modesto –para aquellos lares, claro–  CARD KING y muy por encima del otro participante 'exótico', el nipón MEJIRO MUSAHI, que se pagaba 60 a 1; HARD TO BEAT, PLEBEN, ROBERTO y PARNELL eran los más jugados y por SAN SAN se pagaba 25 a 1… Y la yegua de la Condesa de Bathany –a la que años después adquiriría, en su subasta de reducción de efectivos, varios de sus primeros caballos Ramón Mendoza–  montada por Freddy Head y entrenada –más 'conexión Mendoza'– por Ángel Penna Sr., se llevaría el triunfo ante Yves Saint Martin y RESCOUSSE. Primera victoria de una hembra en el Arco –gemela de yeguas, en este caso– desde 1953 (LA SORELLINA).

Los que siguieron el Arco en los monitores de La Zarzuela no tuvieron muchas oportunidades de ver a MY MOURNE en carrera, pero si pelear con honra; los colores azul celeste y amarillo de Blasco en Francia pasaron desapercibidos. Fulgencio de Diego resumía la carrera: "Ha hecho una  gran carrera. Al darse la salida tomó el mando, pero fue rápidamente absorbido por ROBERTO, que marcó un tren suicida. Cuando se habían cubierto 200 metros nuestro caballo iba último, pero luego en la última curva, después de lograr un gran avance, volvió a situarse a la altura de los conductores, para más tarde ceder. Los caballos que corren el Arco del Triunfo son unos auténticos monstruos, pero puedo decir que el nuestro no hizo el ridículo. Lo que más me llamó la atención fue la fabulosa velocidad que ROBERTO imprimió a la primera parte del recorrido. Caballos de gran categoría, como HARD TO BEAT, fracasaron ruidosamente. El ganador del Jockey Club solo pudo obtener el octavo puesto. PLEBEN, ganador del Gran Premio de París, estuvo también en el grupo de los de atrás. MY MOURNE regresará hoy mismo a Madrid. La crítica francesa fue mucho más escueta, y creemos que injusta: "El caballo español no pudo jamás seguir al pelotón". Darley A. por su parte remataba en su editorial de El Jockey con un más que realista "No nos desanimemos, pero entre un crack en España y los monstruos equinos que corren un Arco del Triunfo aún hay muchos cuerpos".


Unos días de reflexión templaron los juicios. Fulgencio De Diego declaró para El Jockey que "MY MOURNE no decepcionó en París, hizo quinientos metros extraordinarios. Si Borrego no le pide el esfuerzo tan pronto, habría terminado en un sexto o séptimo puesto" (Pobre José Antonio… Por un vez que no se guardó el caballo hasta al ultimísimo extremo, con aquellos finales de infarto que se llegaron a calificar de 'el sistema Borrego"). Y Sutor escribía en las páginas de la misma revista especializada lo siguiente:

Divagaciones en torno al Arc, por Sutor (El Jockey, octubre de 1972)

"Pocas veces se habrá despertado en la afición española hípica una expectación como la producida por el audaz intento de hacer disputar a MY MOURNE la prueba de más cotización del mundo entero: el Arco del Triunfo.
Hasta ahora no han sido muchas las victorias de colores españoles en grandes premios del extranjero. n los tiempos de La Castellana, solamente la de NOUVEL AN en el hoy desparecido, pero entonces importante, Gran Premio de los Mariscales, y la de KIRCUBBIN en el Premio del Presidente de la República (hoy, Gran Premio de Saint Cloud). Después de nuestra guerra, la chaquetilla verdiblanca de Don Ramón Beamonte se adjudicaba dos clásicos: el Derby francés (Jockey Club) con TAMANAR y el Royal Oak con ARABIAN, ambos entrenados en Francia.

En estos años, en tres ocasiones pareció haber sonado para nuestros caballos "la hora de París": con Caporal, al que conseguía hacer galopar una generación excepcional –la de NERTAL, VIK, FOLIE y FRISCO–, con TERBORCH, que en su impresionante temporada de 1971 tronchaba literalmente a sus oponentes, y con MY MOURNE, que trató al buen MUSIC MAN como un semáforo en verde.

CAPORAL se rompió –como era previsible– en un hipódromo tan contraindicado para su confomación como el de La Barre; a TERBORCH lo dejó fuera de combate la bedsoniasis, y ha sido MY MOURNE el que ha intentado la gran aventura. ¿Con qué resultado? Uno piensa que perfectamente decoroso –Y aún esperanzador– sin ampararse para nada en el slogan coubertiniano de que "lo importante es participar", con el que se intenta en nuestro país paliar tantos fracasos.

Hasta  donde es posible darse cuenta a distancia, por versión televisada y comentarios de los asistentes, parece que después de salir entre los primeros, ante el tren suicida que desencadenó Baeza sobre ROBERTO, Borrego fue quedándose en los últimos lugares para intentar luego un avance que le llevó hasta el quinto o sexto puesto. Entonces se produjo esa postrera aceleración, tan característica de las carreras francesas, que MY MOURNE no pudo –ni otros muchos con él– resistir, sin que su clasificación final tenga mayor importancia, ya que entre caballos que ya no insisten, tanto monta ser el noveno como el decimocuarto.
En suma, MY MOURNE figuró y no fue en modo alguno uno de esos caballos a los que la prensa inglesa suele catalogar bajo la rúbrica 'also ran', 'también corrieron'.
Se ha puesto en duda que el de este año haya sido un buen Arco del Triunfo, habida cuenta de que los puestos primero, segundo y cuarto han correspondido a potrancas y el tercero a un caballo, HOMERIC, que terminó cojo. Se ha dicho –probablemente con razón– que si MILL REEF hubiese podido correr, hubiese vencido por segunda vez en la gran carrera, como lo hicieron TANTIEME y RIBOT.
Es posible, pero no conviene olvidar que en un lote en el que figuraban los vencedores del derby, Jockey Club, Diane, Gran Premio de París, Saint Leger, Royal Oak, Vermeille y otras 'menudencias' constituye una piedra de toque bastante significativa. De tal contraste no se ha obtenido una medida exacta del valor de MY MOURNE, pero sí la presunción de que, ya que no el Arco, más de una de las carreras internacionales clasificadas bajo la apelación de 'pattern races' estarían al alcance del 'Caballo del año 1972' de nuestro país"

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Antonio Blasco no volvería intentar en vida la aventura del Arco –TERESA lo haría, pero cuando Marita Villalonga detentaba el legado común de su prematuramente desaparecido marido– aunque con CHACAL volvió a pedírsele por aclamación popular que intentara la aventura de París. Pero sí vio triunfar a sus colores –franceses- en un clásico parisino con PHARLY. El siguiente intento 'internacionalista' vendría, esta vez con un caballo nacido y criado en España, de la mano de otro propietario y criador que fue leyenda en nuestro turf, el Conde de Villapadierna, y un caballo que es mucho más que un mito, REFFHISSIMO. Pero eso será otra historia…

viernes, 7 de mayo de 2010

Biblioteca C&C (y1): "Victoriano Jiménez, el internacional", por Héctor Licudi

Abrimos una nueva sección en 'Caballos y Caballeros' rescatando artículos íntegros de otras publicaciones que, por su estilo y contenido, nos parecen merecedores de pasar a nuestro archivo del turf español. El primero de ellos es un perfil / entrevista del legendario jockey Victoriano Jiménez, publicado por el maestro Héctor Licudi en las páginas del magazine ByN en 1932. Es el primero, pero no será el último de uno de los periodistas que mejor han escrito sobre carreras en nuestro país (y no han sido ni pocos, ni mancos).

Licudi era gibraltareño, abogado por formación y periodista –"un caballero, un maestro, un predestinado", le definía otro grande, Don Nemesio Fernández Cuesta, en su necrológica– por formación.  También era escritor, y de hecho en 1929 publicó "Barbarita", un reflejo de la sociedad gibraltareña de la época. Tradujo a Oscar Wilde y Benito Mussolini, lo que da una idea de su amplitud de miras intelectuales… Antes de la guerra civil escribió crónicas hípicas para ABC y Blanco y Negro, y posteriormente a esta para el extinto diario YA, con el seudónimo de Lasarte. Cuando falleció, en 1960, era redactor jefe para nuestro país de la prestigiosa agencia Reuters.

Vaya nuestro reconocimiento hacia el trabajo de Licudi, uno de los grandes pioneros y maestros del periodismo hípico español. Aunque fuera habitual de muchos de nuestros hipódromos, algunos que casi nadie recuerda, como el de Campamento, en Cádiz, en la tribuna de preferencia de La Zarzuela, justo enfrente de la meta, siempre hay un huequecito que ocupa él. Cuando se retiren al acabar la carrera, tengan, por favor, cierto cuidado al caminar, no vayan ustedes a tropezar con él. Quizás esté pensando en su próxima columna y le distraigan…
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JIMÉNEZ, EL INTERNACIONAL 

"Para toda la afición hípica de España, la figura, fuerte y menuda como una fusta, de Victoriano Jiménez, es harto familiar. Para la señorita gentil e indiferente que va al hipódromo de la Castellana como a una fiesta más de su ambiente social, y para el señor profano que pasa el rato los domingos y los jueves jugando 'de capricho' al 'ganador y colocado', Jiménez es ese jockey bajito y serio que con frecuencia sale a la pista dentro de una blusa marrón con lunares blancos y que siempre gana con ATLÁNTIDA.

Jiménez gana siempre con ATLÁNTIDA, y el que mejor se beneficia de la invencible combinación entre jinete y yegua es ese gran 'sportman' –¡ojalá hubiese muchos como él!–, el Conde de la Cimera, cuyos caballos han ganado 'todo lo que se puede ganar' en las pistas españolas y han hecho provechosas escapadas a los hipódromos franceses.
Pero ATLÁNTIDA, como DUENDE -el caballo de la velocidad– ya no da dinero a los que apuestan por ella. ¡es siempre tan favorita…! Descontado su triunfo, muchos han seguido aspirando a lucrarse con un humilde dividendo de peseta por duro, pero en ocasiones recientes se ha devuelto el dinero a los que han apostado por ella como ganadora. Es más, apostando a ATLÁNTIDA, y ganando ATLÁNTIDA y todo, se puede hasta perder; conozco el caso de un amigo que apostó un duro por ATLÁNTIDA: ganó esta yegua, como es natural, y a mi amigo le devolvieron el duro, íntegro y limpio, sin el menor margen de beneficio. Quiso guardar el duro como recuerdo –¡hombre pudiente, sin duda!– y se lo puso en un bolsillo aparte. Pro al llegar a casa y sacar el duro notó que era sevillano. Pensó colarlo de nuevo en alguna taquilla del hipódromo al siguiente día de carreras. pero esos hombres que hay detrás de las taquillas de apuestas son de una meticulosidad ridícula, y cada vez que mi amigo presenta el duro y pide un boleto cualquiera le preguntan amablemente si no tiene otro duro. Mi amigo ha tratado de colar el duro en distintos sitios, pero todo el mundo asegura que esa moneda cecea… Total, que ha perdido el duro igual que si ATLÁNTIDA no hubiese ganado aquel día. Y no hay modo de salir de él. Todavía lo tiene.
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Es hora de que se le haga a Jiménez el consabido reportaje. Los diarios y revistas de Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Argentina… dedican de vez en cuando dos o tres columnas, anchas y largas, para hablarnos de sus jockeys célebres, informando a los aficionados sobre los datos más interesantes de su biografía; se citan sus triunfos, sus adversidades, sus anhelos… la biografía de uno de los jockeys españoles más famosos que han existido bien merece la atención de una revista española. Jiménez ha ganado el Gran Premio de Madrid, el Gran Premio de Biarritz, el Derby de Alejandría, el Gran Premio de Heliópolis, dos veces el Gran Premio de San Sebastián, tres veces la Copa del Rey Fuad de Egipto, el hándicap de La Tamise, de Maisons Lafitte…

Le hacemos, pues, la entrevista a este hombre pequeñito, que puede montar con cierta holgura hasta 48 kilos. Y se la hacemos a retazos, a saltos, en su casa, en el hipódromo, en un café, en otro café… Mientras se nos van ocurriendo cosas. Así, le hemos preguntado al salir del peso, al volver, mientras le ayudan a encaramarse sobre PAVOT ROUGE, sobre BEAU MONSIEUR… Hay algo de exhalación en este entrevista que rima muy bien con el ambiente vertiginoso de la profesión de nuestro hombre.

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Imagen facilitada por Maspalomas 

En casa de Jiménez, próxima al hipódromo. Los jockeys, como los croupiers, procuran vivir siempre cerca del paño. Una salita alegre. En un testero, un cuadro que reproduce la cabeza castaña y rizada de CAP POLONIO. Primeramente, preguntamos a Victoriano nuevos datos sobre su 'campaña de Egipto', para sumarlos a los que ya recordamos por revistas y periódicos hípicos del extranjero. Ojeamos muchas cosas, y nos extasiamos, como buenos aficionados, ante la estética de un artístico cuadro de triunfos, obra de un dibujante inglés, que reproduce en miniatura las chaquetillas de seda, con sus respectivos colores, de las principales cuadras de Egipto para las que Jiménez montó durante su estancia en las tierras de los faraones. Entre ellas figura la chaquetilla con los colores hípicos del rey Fuad de Egipto, con cuyo caballo, ROI DE L'AIR II, Victoriano ganó el Spring Handicap de Heliópolis de 1926. Por cierto, Por cierto que los colores del Rey Fuad son exactamente iguales a los del Rey Jorge de Inglaterra: morado, cordones oro, mangas grana, gorra negra, botón oro.
- ¿Has sido tú el único jockey español que ha montado para el Rey Fuad?
- No. Fernando García también ha montado para el Rey Fuad. Pero él y yo somos los únicos jockeys españoles que hemos montado caballos de la cuadra real egipcia. Por cierto que Fernando continúa allí, y lleva realizadas muy buenas campañas.

Optamos por escoger una relación de las principales pruebas ganadas por Jiménez en Egipto desde 1925 a 1929, ya que sería interminable la lista de todas las carreras ganadas, cuyo importe total es alrededor de las ¡125.000 libras esterlinas!

Debajo; El rey Fuad de Egipto

En 1925 ganó con la yegua ADUANE, del príncipe Omar Tusson, el Club Stakes y el Grand Annual Handicap de Alejandría. En Gezira, la Copa del Rey de Egipto, con FULL HOUSE, de Saleheff Bedauri. El Eclipse Stakes, también en Gezira, con MAHOUL, del Bey Elie Siersoch. El Sandown Handicap de Heliópolis, con NESTLING DOWN, del Amzir Bey Khayrat. El Teheran Handicap de Alejandría, con NARCISSE, de E. Pharaon –¡nombre más egipcio!–, y el Delta Handicap, también de Alejandría, con PRESTIGE, de A. Lauriados.
En 1926 ganó Jiménez el Spring Handicap de Heliópolis, con ROI DE L'AIR II, del Rey Fuad. El Omnium de Heliópolis, con RAJI, del Amzir Eff Osman. El Grand Annual handicap de Alejandría, con DABOUR, del Bey Abbas Abdul Gawad.
En 1927, año en que perdió de montar muchas carreras por hallarse postrado en cama algún tiempo a consecuencia de una caída, ganó entre otras pruebas la Copa del Rey de Egipto con DABOUR. En 1928 ganó el Derby de Alejandría, también con DABOUR, al que asimismo condujo al triunfo este mismo año en la Copa del Rey de Egipto y en la Aurie Cup, ambas corridas en Heliópolis. En Gezira ganó el Jubilee Stakes con DEHAM, propiedad del Bey Mirza Abdul Gawad.
 En 1929 ganó el Gran Premio de Heliópolis, también con DABOUR, y el Levant Stakes de Heliópolis, con LITTLE WONDER, de Hugues-Peel.

– ¡Envidiable campaña, Jiménez! Regresaste en 1929, ¿no?
– Si. Me vi precisado, por enfermedades de familia. Por cierto que mi regreso a España se señala por haber ganado por primera vez con ATLÁNTIDA, que entonces tenía tres años. Gané con ella el Gran Premio de Sevilla del otoño de aquel año. Cien mil pesetas, y también la Copa de la Reina, cincuenta mil pesetas. Pero yo siempre guardo muy amables recuerdos de Egipto
– No es para menos. ¿Qué caballo te impresionó más de los que montaste allí? 
DABOUR, desde luego. Conservo también especial recuerdo de GAFLAN, no porque yo ganase ninguna prueba importante, sino porque… verás. Fue en 1927. En Heliópolis residía –y creo que todavía reside allí– la estrella del cinema Pearl White. Perla Blanca. Yo la conocía. Media hora antes de una carrera en la que iba a correr GAFLAN me dijo que quería comprar un caballo que no tardase en ganar. Entonces yo le aconsejé que adquiriese a GAFLAN enseguida. En diez minutos se puso al habla con el propietario y se lo compró antes de la carrera, con matrícula y todo. Notificados los comisarios, se puso un aviso en la pizarra diciendo que GAFLAN corría a nombre de Miss Pearl White y que yo lo montaba. Gané. Perla Blanca vio satisfecho su capricho de comprar un caballo "que ganase enseguida". Unos días después, cuando el club le envió un cheque con el importe del premio, Pearl White lo endosó a mi nombre y me lo envió como regalo…
– No está mal. ¿Cuanto ha ganado ATLÁNTIDA desde que está corriendo?
– Unas setecientas mil pesetas; tal vez más. La quiero mucho. Con ella gané el Gran Premio de Madrid de 1931 y el Gran Premio de San Sebastián de 1930 y 1931. También el Gran Premio de Biarritz del año pasado. Cincuenta mil francos. Resultó una carrera muy bonita, porque hubo un final apretado. Aquella tarde estaba ATLÁNTIDA muy remolona y me costó algún trabajo convencerla de que había que ganar. Siempre conservaré también especial recuerdo de CAP POLONIO, nuestro gran potro del año pasado.
– Con el que ganaste todo lo ganable…
– Sí, y también el handicap de la Tamisse, en Maisons Lafitte, el otoño pasado. Sesenta mil francos. Batió a 38 caballos. Luego fui con él tercero en la Copa de Oro, corrida en el mismo hipódromo unos días después. También gané en Francia con MONTECASINO un premio de treinta mil francos.
- ¿Recuerdas alguna sorpresa grande que haya dado en las apuestas algún caballo montado por ti?
– Si. De dos, cuando menos. Cuando gané en Egipto la Copa del Rey, con DABOUR, en 1928. Pagaron 70 por 1. Otro buen golpe fue el que di con DEHAM, en el Jubilee Stakes de Gezira, aquel mismo año. Cuarenta y siete por uno. Pero yo no juego nunca…
- ¿No es cierto que nunca hay nada seguro en las carreras de caballos?
– Jamás. Yo solo estoy seguro de haber ganado cuando paso el poste de llegada. El mejor caballo le puede dar a uno desengaños inexplicables.
Victoriano Jiménez sobre IVIN HAJAMORAN, uno
de los caballos con los que ganó en Egipto (Zachary's)

– Tuviste un accidente muy grave en Egipto, ¿no?
– Si. En 1927. Montaba yo IVIN SARRAH, del príncipe Omar Tusson. En el momento de pedirle el esfuerzo a mi monta se me cruzó de fuera a dentro con toda violencia un caballo de los que no tenían nada que hacer en la carrera. Fue un cruce inexplicable, que mucha gente creyó premeditado– Mi monta galopó un momento sobre las patas traseras del que me cruzaba y, naturalmente, caí en plena velocidad. Salí con cuatro costillas fracturadas y una herida en el rostro. Cuatro meses en el hospital. Coincidió este accidente con el hecho de que mi caballo era gran favorito en aquella prueba.
– Entonces, los bookmakers habrían tenido una mala tarde si hubieras ganado.
– Si. Había uno, en particular, a quien le hubiera costado un dineral.

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– ¿Cuanto tiempo llevas montando?
– Unos veintidós años.
- ¿Recuerdas al primera carrera que ganaste en tu vida?
– ¡Claro…! Fue en Sanlucar de Barrameda, con una yegua que se llamaba PEPA, de Vázquez, un ganadero de Sevilla, donde me crié… Era yo un chico entonces…

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Conozco a Jiménez desde hace quince años. Le he visto correr en varios hipódromos y siempre me ha dado la sensación de se trata de uno de los jockeys que mejor defienden el dinero de los que apuestan por él. Si no puede ganar, procura estar lo más cerca posible de la meta, luchando por el colocado a brazo y pulmón. Estoy seguro de que esta impresión la comparten todos los aficionados madrileños. Este hombre inteligente, de morigeradas costumbres, que no fuma ni bebe, es un verdadero virtuoso del arte de montar un caballo de carreras.



Estampa: la figura pequeña y rígida, de Victoriano Jiménez y el blanco perfil de ATLÁNTIDA componen juntos la estatua del turf español.


Héctor Licudi

domingo, 2 de mayo de 2010

Todo Azul a la conquista de París (1965)

Diario Marca, 10 de septiembre de 1965. El Duende telefonea… y contesta Carudel
"¿Dónde está TODO AZUL? ¿Tomará parte en el Arco del Triunfo? Esta y otras preguntas no han dejado de formularse los aficionados ante el rumor, cada vez más insistente sobre la participación del célebre caballo en la carrera mejor dotada de Francia, el premio Arco del Triunfo. En un número anterior anotábamos la posible intervención del hijo de NARRATOR en los hipódromos de París, pero no podíamos dar una serie de detalles al no haber podido hablar con ningún representante de la Cuadra Esperanza. Al fin, localizamos telefónicamente a Carudel, el cual, con su habitual gentileza, nos dijo:
- TODO AZUL ya se encuentra en el hipódromo de Longchamp. El domingo tomará parte en una importantísima carrera, el Premio Omnium, un hándicap para caballos y yeguas de tres años en adelante que se corre sobre la distancia de dos mil quinientos metros.
- Cuál es tu impresión?
- A TODO AZUL le han castigado mucho, pues participará con el peso de cincuenta y ocho kilos frente a magníficos caballos de Francia e Inglaterra. La carrera, naturalmente, es dificilísima. Sin embargo, creo que correrá bien, porque se encuentra en un gran momento y porque también él es magnífico.

El premio Arco del Triunfo
- ¿Participará TODO AZUL en el Premio Arco del Triunfo?
- Esa pregunta no la puedo contestar ahora. Todo está supeditado a su actuación en el Omnium. Si la carrera del caballo nos convence, irá al Arco del Triunfo; pero si no nos deja satisfechos, desistiremos".

Ganando el Gran Premio de Madrid de 1965 (Foto ByN)

TODO AZUL siempre fue un caballo, más que discutido, apto para generar discusiones de todo tipo entre los aficionados. Desde que a finales de 1962 fue adquirido en las subastas de Newmarket como yearling y se convirtió en uno de los primeros 'fichajes' de León Estévez para su pujante cuadra Esperanza, el hijo de NARRATOR y ENZELI había despertado los más sonados elogios y alguna que otra duda, no siempre razonable.  Pero tras su aplastantes victorias en el Gran Premio de Madrid de 1965, con 63 kilos a cuestas, y la Competición Francia-España lasartearra, pocas objeciones se podía hacer a su calificativo de 'crack'. Y, aunque eran muchos los caballos que a lo largo de las dos décadas y media anteriores habían probado fortuna al otro lado de los Pirineos, en los cercanos hipódromos del sudoeste francés –con alguna ocasional victoria parisina, por ejemplo las de la veloz QUITA- esta vez se reclamó para nuestro campeón el contraste con los grandes clásicos europeos, un aterrizaje en Longchamp, sin escalas en hipódromos menores, y quién sabe si la posibilidad de que, por primera vez, un caballo español -bueno, en realidad, un caballo radicado desde sus primeros pasos en el turf español– participase en el Arco del Triunfo.

No debió ser de menor importancia la opinión de su preparador, el veteranísimo Georges Higson, de origen francés aunque afincado en España desde varias décadas antes, para que la aventura parisina se desarrollara con ciertas precauciones. Una cierta autarquía hípica nos había permitido, durante muchos años, mantener nuestra ilusión de poseer ejemplares de nivel estratosférico sin que estos realmente la refrendaran en la piedra de toque de los grandes clásicos del continente. Un año más tarde, en 1966, se celebraría la primera edición de lo que posteriormente sería la Copa de Oro de San Sebastián, el Gran Premio del Cincuentenario de Lasarte, y ahí se vería el verdadero nivel de nuestro turf, pero en el otoño del 65 nadie se resistía al menos a soñar despierto que TODO AZUL pudiera emular al gran RUBÁN, ganador en 1922, ante un selectísimo lote, del Gran Premio del 'medio millón', el mejor dotado del mundo en su momento, para los colores del Duque de Toledo. En cualquier caso, de cara al Omnium los aficionados españoles confiaban en TODO AZUL de la misma manera que los handicappers franceses 'desconfiaban'; nada menos que 58 kilos le asignaron en un lote realmente interesante en su momento. 


Tal era la expectación despertada que el mismísimo TODO AZUL 'comentaba' antes de su participación la carrera en la revista especializada Gran Premio, en una entrevista realizada por el 'maestro' Quilates:

"Señor Quilates, para el Omnium estamos inscritos 74 caballos y parece que a muchos de ellos les 'reservan' para esa prueba, repleta de incógnitas (…) A mi me han asignado 58 kilos, correspondiéndole 63 al top, un veterano de brillante historial a lo largo de sus cinco años. También sé de un tres años que galopa lo suyo… ¿No le parece que con 1.200.000 pesetas largas para el primero, la competencia tiene que ser selecta?
-  Me parece. Bien, ¿y desde el Omnium al Arco del Triunfo?
- Pues no es ese el plan que oí a mis rectores. El día 19, conociendo ya la pista y el sistema francés de salida [Nota: En España, en aquella época, se seguía utilizando el sistema de cintas, los cajones de salidas no llegarían hasta los 70], correré el Prix D'Orange, sobre distancia de aliento, también. Es carrera de pesos fijos, a la que se considera como antesala del Arco, y en ella quieren comprobar mis posibilidades entre la élite de los purasangre galos. A la vista de ello, estaré o no estaré en la largada del premio máximo. Si no soy de la partida, siempre habrá calendario en el mismo Longchamp, Maisons Lafitte y en otras pistas, donde acudiría a la conquista de laureles y de francos para mi propietario, que bien los merece. A mi me tratan a cuerpo de rey". 

El domingo 12 de septiembre de 1965, TODO AZUL, montado por su jinete habitual aquella temporada, Claudio Carudel se citó con otros 22 caballos de buen nivel parisino en Longchamp, en una jornada en la que la prueba estrella era nada menos que el Royal Oak, con RELIANCE como favorito y a la postre vencedor. Pero el Omnium también había despertado un gran interés; LE HAARDY, reciente vencedor del Gran Premio de Lyon, era el favorito y top de la escala, aunque los 'punters' aconsejaban que para la Tiercee nadie se olvidara del americano ACRALARK, otro debutante en París pero con buenas actuaciones anteriores en otros hipódromos franceses. A TODO AZUL le situaban en el grupo de los posibles outsiders, pese a que recordaban que a sus tres años había corrido oscuramente en el Gran Premio de Biarritz. Sin embargo, se confiaba en que con la edad el hijo de NARRATOR hubiera evolucionado notablemente y su valor era una incógnita. Y esta pareció crecer cuando al poco de dar la salida, TODO AZUL tomó la punta en compañía de  dos de los pesos bajos de la carrera, BERRINCHON  (44 kilos) y WANDANCER (48) para poco después destacarse por numerosos cuerpos sobre el pelotón… Suponemos que muchos contendrían el aliento en Longchamp pensando si aquel ignoto ejemplar llegado del otro lado de los Pirineos podría mantenerse así hasta la meta, pero al principio de la recta final se vio que su esfuerzo había sido excesivo y fue cazado y posteriormente engullido por el pelotón. ANDROS COMET (53) ganaría la carrera y nuestro representante llegaría en una posición algo menos que discreta.


Se encajó bien el resultado, achacándolo en parte a una táctica equivocada, ya que Carudel no pudo tapar el caballo y eso, en un hipódromo como el parisino, se acaba pagando. En Gran Premio se recogían a la semana siguiente las palabras del prestigioso crítico de Sport Complet, Perplexe, que afirmaba que "Hemos visto en el Omnium a otro posible participante extranjero en el Premio Arco del Triunfo: el 4 años español TODO AZUL. Cuando digo posible, quiero decir que es simplemente probable –y deseable, desde luego– que tome la salida de dicho Premio. Este vencedor del Gran Premio de Madrid y de otras carreras importantes en nuestro país no ha utilizado la táctica que podía haberle hecho figurar en la llegada; ha ido en cabeza casi desde la salida, lo que ha causado su desaparición en la entrada de la recta final. Su carrera es tan difícil de juzgar como sus victorias españolas". La incógnita, aunque algo más matizada, se mantenía. El Prince D'Orange la resolvería, aunque este vez el compromiso sería de mucha mayor envergadura. Carudel se mostraba cauto, y realista, entrevistado en las páginas de Marca por El Duende de La Zarzuela:
"El caballo corrió discretamente. Al ir en el grupo de vanguardia tuvo que sostener en el grupo de cabeza una lucha con los pesos bajos que le desgastó. A unos trescientos metros de la meta nos vimos desbordados por un grupo que parecía un torbellino. Sin embargo, puedo decir que no estoy decepcionado, porque era la primera carrera de TODO AZUL, que naturalmente extrañó la pista.
- ¿Correrá en el Arco del Triunfo?
- El próximo domingo participará en una importante carrera, el Premio Prince D'Orange, donde llevará cincuenta y siete kilos, que es lo que le corresponde porque la prueba no es handicap. El resultado de esta carrera será clave para contestar a la pregunta. Por tanto responderé el lunes, cuando haya intervenido por segunda vez en el hipódromo de Longchamp. Pero tome usted nota de una cosa: existe una 'pequeña' diferencia entre aquellos caballos y los nuestros".




El 19 de septiembre TODO AZUL se citó por segunda vez con la pista de Longchamp, esta vez enfrentado a otros nueve caballos de primera línea; el Orange era una preparatoria de un Arco que se preveía de primerísimo nivel, y contaba con caballos contrastados, como DIATOME, ACER y TIMMY LAD o invitados de lujo, como el italiano MARCO VISCONTI. Esta vez, Carudel fue más cauto, pero tampoco eso sirvió para mucho más que para acabar sexto, a seis cuerpos de la lucha entre Deforge e Yves Saint Martin sobre, respectivamente, los dos vencedores, DIATOME y ACER. DIATOME, a la postre, sería tercero semanas después de un Arco memorable –ganó SEA BIRD y por primera vez participó un caballo ruso, el campeón soviético ANILIN– y el propio MARCO VISCONTI que acabó detrás de nuestro representante en el Orange, comandaría la prueba durante gran parte de su recorrido. Pero para entonces TODO AZUL, cuya carrera había calificado el ya citado y reputado Perplexe como "honorable" ya había regresado a Madrid, donde no figuraría, quizás fuera de forma tras el viaje, en el Memorial Duque de Toledo. En la revista Gran Premio, J.V. Quintana cerraba su crónica parisina diciendo que "lógicamente, poco pudo hacer frente a caballos de gran categoría. Sin embargo, tampoco es cuestión de rasgarse las vestiduras, si pensamos en el abrumador desnivel que existe entre los contingentes español y francés de caballos en entrenamiento. De cualquier forma, la experiencia de  TODO AZUL era necesaria para darnos cuenta de lo que aún nos falta por recorrer hasta llegar al 'nivel europeo'. Esperemos que un día el sueño se logre".



Vídeo: El Arco del Triunfo de 1965 

TODO AZUL había sido derrotado, pero había competido con dignidad. Durante unos cuantos años, el turf español volvió a encerrarse en sí mismo, quizás con el espejo de las primeras ediciones de la Copa de Oro como espejo de nuestra verdadera realidad. Quilates resumía, en las páginas de Gran Premio, el sentir de la afición:

"No fue una simple aventura, sino el propósito, digno de respeto, por lo menos, y de simpatía, digo yo, de tener una medida de las cimas francesas. El resultado fue lógico, el reflejo natural de unas diferencias abismales de envergadura hipodrómica. De hipódromos, de caballos en entrenamiento, de afición. Y ahora encaja añadir que cuando se intenta algo grande, sin perjuicio de nadie, mirando arriba, yo entiendo que lo que procede en deporte es quitarse el sombrero".

No tardaría mucho, exactamente siete años, en que un honorable caballero español, Don Antonio Blasco, decidiera que era el momento de volver a mirar hacia arriba, y retar a las mismísimas estrellas. Pero esa, la del MY MOURNE, es otra historia que recordaremos aquí, en Caballos y Caballeros.