domingo, 2 de mayo de 2010

Todo Azul a la conquista de París (1965)

Diario Marca, 10 de septiembre de 1965. El Duende telefonea… y contesta Carudel
"¿Dónde está TODO AZUL? ¿Tomará parte en el Arco del Triunfo? Esta y otras preguntas no han dejado de formularse los aficionados ante el rumor, cada vez más insistente sobre la participación del célebre caballo en la carrera mejor dotada de Francia, el premio Arco del Triunfo. En un número anterior anotábamos la posible intervención del hijo de NARRATOR en los hipódromos de París, pero no podíamos dar una serie de detalles al no haber podido hablar con ningún representante de la Cuadra Esperanza. Al fin, localizamos telefónicamente a Carudel, el cual, con su habitual gentileza, nos dijo:
- TODO AZUL ya se encuentra en el hipódromo de Longchamp. El domingo tomará parte en una importantísima carrera, el Premio Omnium, un hándicap para caballos y yeguas de tres años en adelante que se corre sobre la distancia de dos mil quinientos metros.
- Cuál es tu impresión?
- A TODO AZUL le han castigado mucho, pues participará con el peso de cincuenta y ocho kilos frente a magníficos caballos de Francia e Inglaterra. La carrera, naturalmente, es dificilísima. Sin embargo, creo que correrá bien, porque se encuentra en un gran momento y porque también él es magnífico.

El premio Arco del Triunfo
- ¿Participará TODO AZUL en el Premio Arco del Triunfo?
- Esa pregunta no la puedo contestar ahora. Todo está supeditado a su actuación en el Omnium. Si la carrera del caballo nos convence, irá al Arco del Triunfo; pero si no nos deja satisfechos, desistiremos".

Ganando el Gran Premio de Madrid de 1965 (Foto ByN)

TODO AZUL siempre fue un caballo, más que discutido, apto para generar discusiones de todo tipo entre los aficionados. Desde que a finales de 1962 fue adquirido en las subastas de Newmarket como yearling y se convirtió en uno de los primeros 'fichajes' de León Estévez para su pujante cuadra Esperanza, el hijo de NARRATOR y ENZELI había despertado los más sonados elogios y alguna que otra duda, no siempre razonable.  Pero tras su aplastantes victorias en el Gran Premio de Madrid de 1965, con 63 kilos a cuestas, y la Competición Francia-España lasartearra, pocas objeciones se podía hacer a su calificativo de 'crack'. Y, aunque eran muchos los caballos que a lo largo de las dos décadas y media anteriores habían probado fortuna al otro lado de los Pirineos, en los cercanos hipódromos del sudoeste francés –con alguna ocasional victoria parisina, por ejemplo las de la veloz QUITA- esta vez se reclamó para nuestro campeón el contraste con los grandes clásicos europeos, un aterrizaje en Longchamp, sin escalas en hipódromos menores, y quién sabe si la posibilidad de que, por primera vez, un caballo español -bueno, en realidad, un caballo radicado desde sus primeros pasos en el turf español– participase en el Arco del Triunfo.

No debió ser de menor importancia la opinión de su preparador, el veteranísimo Georges Higson, de origen francés aunque afincado en España desde varias décadas antes, para que la aventura parisina se desarrollara con ciertas precauciones. Una cierta autarquía hípica nos había permitido, durante muchos años, mantener nuestra ilusión de poseer ejemplares de nivel estratosférico sin que estos realmente la refrendaran en la piedra de toque de los grandes clásicos del continente. Un año más tarde, en 1966, se celebraría la primera edición de lo que posteriormente sería la Copa de Oro de San Sebastián, el Gran Premio del Cincuentenario de Lasarte, y ahí se vería el verdadero nivel de nuestro turf, pero en el otoño del 65 nadie se resistía al menos a soñar despierto que TODO AZUL pudiera emular al gran RUBÁN, ganador en 1922, ante un selectísimo lote, del Gran Premio del 'medio millón', el mejor dotado del mundo en su momento, para los colores del Duque de Toledo. En cualquier caso, de cara al Omnium los aficionados españoles confiaban en TODO AZUL de la misma manera que los handicappers franceses 'desconfiaban'; nada menos que 58 kilos le asignaron en un lote realmente interesante en su momento. 


Tal era la expectación despertada que el mismísimo TODO AZUL 'comentaba' antes de su participación la carrera en la revista especializada Gran Premio, en una entrevista realizada por el 'maestro' Quilates:

"Señor Quilates, para el Omnium estamos inscritos 74 caballos y parece que a muchos de ellos les 'reservan' para esa prueba, repleta de incógnitas (…) A mi me han asignado 58 kilos, correspondiéndole 63 al top, un veterano de brillante historial a lo largo de sus cinco años. También sé de un tres años que galopa lo suyo… ¿No le parece que con 1.200.000 pesetas largas para el primero, la competencia tiene que ser selecta?
-  Me parece. Bien, ¿y desde el Omnium al Arco del Triunfo?
- Pues no es ese el plan que oí a mis rectores. El día 19, conociendo ya la pista y el sistema francés de salida [Nota: En España, en aquella época, se seguía utilizando el sistema de cintas, los cajones de salidas no llegarían hasta los 70], correré el Prix D'Orange, sobre distancia de aliento, también. Es carrera de pesos fijos, a la que se considera como antesala del Arco, y en ella quieren comprobar mis posibilidades entre la élite de los purasangre galos. A la vista de ello, estaré o no estaré en la largada del premio máximo. Si no soy de la partida, siempre habrá calendario en el mismo Longchamp, Maisons Lafitte y en otras pistas, donde acudiría a la conquista de laureles y de francos para mi propietario, que bien los merece. A mi me tratan a cuerpo de rey". 

El domingo 12 de septiembre de 1965, TODO AZUL, montado por su jinete habitual aquella temporada, Claudio Carudel se citó con otros 22 caballos de buen nivel parisino en Longchamp, en una jornada en la que la prueba estrella era nada menos que el Royal Oak, con RELIANCE como favorito y a la postre vencedor. Pero el Omnium también había despertado un gran interés; LE HAARDY, reciente vencedor del Gran Premio de Lyon, era el favorito y top de la escala, aunque los 'punters' aconsejaban que para la Tiercee nadie se olvidara del americano ACRALARK, otro debutante en París pero con buenas actuaciones anteriores en otros hipódromos franceses. A TODO AZUL le situaban en el grupo de los posibles outsiders, pese a que recordaban que a sus tres años había corrido oscuramente en el Gran Premio de Biarritz. Sin embargo, se confiaba en que con la edad el hijo de NARRATOR hubiera evolucionado notablemente y su valor era una incógnita. Y esta pareció crecer cuando al poco de dar la salida, TODO AZUL tomó la punta en compañía de  dos de los pesos bajos de la carrera, BERRINCHON  (44 kilos) y WANDANCER (48) para poco después destacarse por numerosos cuerpos sobre el pelotón… Suponemos que muchos contendrían el aliento en Longchamp pensando si aquel ignoto ejemplar llegado del otro lado de los Pirineos podría mantenerse así hasta la meta, pero al principio de la recta final se vio que su esfuerzo había sido excesivo y fue cazado y posteriormente engullido por el pelotón. ANDROS COMET (53) ganaría la carrera y nuestro representante llegaría en una posición algo menos que discreta.


Se encajó bien el resultado, achacándolo en parte a una táctica equivocada, ya que Carudel no pudo tapar el caballo y eso, en un hipódromo como el parisino, se acaba pagando. En Gran Premio se recogían a la semana siguiente las palabras del prestigioso crítico de Sport Complet, Perplexe, que afirmaba que "Hemos visto en el Omnium a otro posible participante extranjero en el Premio Arco del Triunfo: el 4 años español TODO AZUL. Cuando digo posible, quiero decir que es simplemente probable –y deseable, desde luego– que tome la salida de dicho Premio. Este vencedor del Gran Premio de Madrid y de otras carreras importantes en nuestro país no ha utilizado la táctica que podía haberle hecho figurar en la llegada; ha ido en cabeza casi desde la salida, lo que ha causado su desaparición en la entrada de la recta final. Su carrera es tan difícil de juzgar como sus victorias españolas". La incógnita, aunque algo más matizada, se mantenía. El Prince D'Orange la resolvería, aunque este vez el compromiso sería de mucha mayor envergadura. Carudel se mostraba cauto, y realista, entrevistado en las páginas de Marca por El Duende de La Zarzuela:
"El caballo corrió discretamente. Al ir en el grupo de vanguardia tuvo que sostener en el grupo de cabeza una lucha con los pesos bajos que le desgastó. A unos trescientos metros de la meta nos vimos desbordados por un grupo que parecía un torbellino. Sin embargo, puedo decir que no estoy decepcionado, porque era la primera carrera de TODO AZUL, que naturalmente extrañó la pista.
- ¿Correrá en el Arco del Triunfo?
- El próximo domingo participará en una importante carrera, el Premio Prince D'Orange, donde llevará cincuenta y siete kilos, que es lo que le corresponde porque la prueba no es handicap. El resultado de esta carrera será clave para contestar a la pregunta. Por tanto responderé el lunes, cuando haya intervenido por segunda vez en el hipódromo de Longchamp. Pero tome usted nota de una cosa: existe una 'pequeña' diferencia entre aquellos caballos y los nuestros".




El 19 de septiembre TODO AZUL se citó por segunda vez con la pista de Longchamp, esta vez enfrentado a otros nueve caballos de primera línea; el Orange era una preparatoria de un Arco que se preveía de primerísimo nivel, y contaba con caballos contrastados, como DIATOME, ACER y TIMMY LAD o invitados de lujo, como el italiano MARCO VISCONTI. Esta vez, Carudel fue más cauto, pero tampoco eso sirvió para mucho más que para acabar sexto, a seis cuerpos de la lucha entre Deforge e Yves Saint Martin sobre, respectivamente, los dos vencedores, DIATOME y ACER. DIATOME, a la postre, sería tercero semanas después de un Arco memorable –ganó SEA BIRD y por primera vez participó un caballo ruso, el campeón soviético ANILIN– y el propio MARCO VISCONTI que acabó detrás de nuestro representante en el Orange, comandaría la prueba durante gran parte de su recorrido. Pero para entonces TODO AZUL, cuya carrera había calificado el ya citado y reputado Perplexe como "honorable" ya había regresado a Madrid, donde no figuraría, quizás fuera de forma tras el viaje, en el Memorial Duque de Toledo. En la revista Gran Premio, J.V. Quintana cerraba su crónica parisina diciendo que "lógicamente, poco pudo hacer frente a caballos de gran categoría. Sin embargo, tampoco es cuestión de rasgarse las vestiduras, si pensamos en el abrumador desnivel que existe entre los contingentes español y francés de caballos en entrenamiento. De cualquier forma, la experiencia de  TODO AZUL era necesaria para darnos cuenta de lo que aún nos falta por recorrer hasta llegar al 'nivel europeo'. Esperemos que un día el sueño se logre".



Vídeo: El Arco del Triunfo de 1965 

TODO AZUL había sido derrotado, pero había competido con dignidad. Durante unos cuantos años, el turf español volvió a encerrarse en sí mismo, quizás con el espejo de las primeras ediciones de la Copa de Oro como espejo de nuestra verdadera realidad. Quilates resumía, en las páginas de Gran Premio, el sentir de la afición:

"No fue una simple aventura, sino el propósito, digno de respeto, por lo menos, y de simpatía, digo yo, de tener una medida de las cimas francesas. El resultado fue lógico, el reflejo natural de unas diferencias abismales de envergadura hipodrómica. De hipódromos, de caballos en entrenamiento, de afición. Y ahora encaja añadir que cuando se intenta algo grande, sin perjuicio de nadie, mirando arriba, yo entiendo que lo que procede en deporte es quitarse el sombrero".

No tardaría mucho, exactamente siete años, en que un honorable caballero español, Don Antonio Blasco, decidiera que era el momento de volver a mirar hacia arriba, y retar a las mismísimas estrellas. Pero esa, la del MY MOURNE, es otra historia que recordaremos aquí, en Caballos y Caballeros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario